Menores en Riesgo: Cuando la infancia se transforma en el "Botín de Guerra" de los adulltos

Posteado el 15/03/2025

Luego del escándalo de proporciones en la noche del viernes con la modelo Wanda Nara y el futbolista Mauro Icardi donde se promovieron imágenes de menores vulneradas (nuevamente) por la conflictividad del divorcio de sus padres cobra relevancia los tiempos de acción del poder judicial en la Justicia de Familia, y cual es el límite para definir un "entorno seguro y equilibrado" para las infancias.

Luego de que Wanda intentara apartar al defensor de menores que interviene en la causa dispuesto por el juez, el Dr Jalil dio un demoledor informe donde destaca que en las acciones de Wanda "parece no aparecer el interés superior de las niñas, tan declamado por la actora" y suma como dato una declaración compulsiva que la madre obligó a hacer a las hijas ante un escribano en zona norte, declaración que consideró nula alegando el acuerdo de las 100 reglas de Brasilia para la declaración de personas en situación de vulnerabilidad.

Jalil va contra ambos padres diciendo: "Ninguno de los adultos ha logrado priorizar y resguardar a los niños involucrados" remarcando que "se registra una dificultad de ambos para registrar el impacto de la subjetividad de los niños en sus decisiones" respecto de la sobreexposición de la intimidad del divorcio.

Dentro de las conclusiones de Jalil dice:

"Las menores han resultado fuertemente afectadas"

"Es necesario que los adultos revean sus posiciones y reflexionen acerca de sus roles parentales en el marco de la separación"

"Se sugiere que ambos puedan contar con espacios terapéuticos"

"Se sugiere que el contacto entre adultos sea limitado y que los retiros y reintegros de los hijos sean mediados a través de una institución escolar o 3ras personas"

Además "ordena" el reintegro de "mis representadas" (Francesca e Isabela) a su padre bajo apercibimiento en caso de incumplimiento de disponer la suspensión por 3 meses de todas las redes sociales (de Wanda) dando intervención al área informática del poder judicial" además de otras consideraciones.

Luego, el Ministerio Público Tutelar comunica al Juez Coria, que había pedido que se escuche a las menores, la situación de las pequeñas involucradas en el sainete trágico mediatizado de las separación de Wanda y Mauro.

En las entrevistas psicológicas con las menores advierte en distintos grados la interferencia de factores emocionales que podrían afectar el desarrollo madurativo de las niñas, tensión, tristeza, preocupación e inmovilidad. Este evidenciado "sufrimiento psíquico" es destacado en un riguroso informe que advierte al juez. A la vez, ambas menores evidencian su deseo de ver a su padre con condicionamientos.

¿Qué pasa cuando los padecimientos de los menores no son estrictamente físicos pero si psíquicos? ¿Que consideración y límite pone el poder judicial en sus distintas instancias para detener este delito de vulneración de las infancias? ¿Siguen siendo l@s menores tratados como propiedad de sus padres o sujetos de derecho? ¿Cuál es la diferencia entre un divorcio convencional y uno con protagonistas ultrafamosos que promueven su intimidad como un negocio en redes sociales y alimentan contenidos de otros medios de comunicación?

Nuevamente las niñas quedaron como "botín de guerra" de una batalla sin fin donde ya no se trata de una división de bienes digna que otorgue equidad de trato entre la pareja que se separa sino una pulseada de egos, caprichos, revanchas y otro ingredientes que den "guión" a un nuevo capítulo que les permita continuar la "historia".... No la propia, sino la que se proyecta hacia afuera.