El MALBA presenta una nueva sala dedicada a Diego Rivera y Frida Kahlo que destaca el vínculo de la pareja y su amor por las tradiciones del istmo de Tehuantepec, con las obras Baile en Tehuantepec (1928) de Diego Rivera y Autorretrato con chango y loro (1942) de Frida Kahlo, que se exhiben junto a la litografía El aborto (1932) de Frida Kahlo y una selección de fotos y cartas.
Por primera vez en la Argentina, se podrá ver la pintura Armonía (1956) de Remedios Varo en un núcleo dedicado a la artista surrealista, que se completa con Simpatía (la rabia del gato) (1955), ambas de la Colección Costantini, e Icono (1945) del acervo del museo.
Malba anuncia la llegada de cinco nuevas obras de la colección particular del fundador y presidente honorario del museo, Eduardo F. Costantini a la exposición Tercer ojo, que, desde agosto de 2022, reúne más de 220 obras icónicas del arte latinoamericano en un recorrido que pone en diálogo la Colección Malba y la de su fundador. Está dividida en dos grandes núcleos conceptuales: Habitar y Transformar.
La muestra propone el despliegue de un acervo en transformación que va cambiando de forma a lo largo del tiempo, iluminando los momentos claves del arte de la región en diálogo con temas artísticos y sociales tanto históricos como contemporáneos.
Como parte central de la exposición Tercer ojo, desde abril de 2024 se presenta una sala dedicada a Frida y Diego. Se puede volver a ver en Buenos Aires Baile en Tehuantepec (1928) de Diego Rivera, una de las pinturas de caballete más importantes y de mayor tamaño del célebre artista mexicano, y por primera vez la litografía Sin título (El aborto) (1932) de Frida Kahlo nunca antes presentada en la Argentina, adquirida recientemente por Elina y Eduardo F. Costantini.
La nueva sala en Malba que conforma el núcleo Transformar los afectos se enfoca en el vínculo y amor por las tradiciones del istmo de Tehuantepec de los dos artistas. Junto a estas dos obras, se exhibe el Autorretrato con chango y loro (1949) de Frida de la Colección Malba junto a una serie de fotografías y cartas históricas que dan cuenta de la vida en común, los intereses de la pareja y la identidad cultural mexicana durante la primera mitad del siglo XX.
Remedios Varo. Transformar el rito
Además, se exhiben en Tercer ojo dos obras emblemáticas de Remedios Varo en una sección dedicada al surrealismo. Se trata de Armonía (1956) que se presenta en Argentina por primera vez y Simpatía (la rabia del gato) (1955), que pudo verse en Constelaciones, la exposición antológica dedicada a la artista en el museo en 2020. Junto con Icono (1945) de la Colección Malba, las tres obras dan cuenta del gran universo fantástico de Varo donde se combina el mundo humano, animal, vegetal y mecánico dando como resultado un relato visual complejo y único.
Las tres obras de Varo están acompañadas por las fotografías de Kati Horna, Oda a la Necrofilia, de la serie homónima (1962), quien fuera su amiga y compañera en el estudio en las prácticas rituales de la magia y el ocultismo, que serían marcas distintivas de su producción artística. Este núcleo de mujeres surrealistas lleva el nombre de Transformar el rito.
Transformar la realidad
En la sala contigua, se presenta una selección de obras surrealistas de artistas modernos que buscaban trastocar la percepción hasta llegar a una belleza convulsiva que involucraba el azar y permitía situarse fuera de la lógica racional. Con el título de Transformar la realidad, se exhiben cuatro piezas del argentino Juan Battle Planas: tres versiones de Radiografías paranoicas (1936) y Benzolinar (1937). Piezas como The Disasters of Mysticism (1942) de Roberto Matta -de quien también se exhibe Composición (1937)- y Sueño de un condenado a muerte (1955) de Roberto Aizenberg alimentan una espacialidad surreal a través de una atmósfera mística generadora de paisajes cósmicos impredecibles. Las tres pinturas de Agustín Lazo: El examen (1930), Juicio Final o La máscara del teatro (1937) y En el Asilo (1930) remarcan la presencia de la condición metafísica como fuente inagotable de estilos; mientras que El eros cultural (1980) de Aída Carballo da cuenta de la incorporación de la sexualidad en el imaginario de la emancipación cultural.