Luego del escándalo de los supuestos chats con el vocero de Rosatti, el titular de una de las empresas de Grúas de Acarreo de la Ciudad y el viaje registrado a Lago Escondido con directivos del Grupo Clarín y jueces y fiscales, el Ministro de Justicia y Seguridad de CABA, Marcelo D'Alessandro se tomó una licencia por 3 meses ratificando que iba a preparar su defensa y que no dejaría su cargo. La historia finalizó ayer cuando desde el gobierno porteño le soltaron la mano y pidieron su renuncia. En su lugar lo reemplazará Eugenio Burzaco.
Burzaco fue primer jefe civil que tuvo la Policía Metropolitana porteña (la fuerza de seguridad que antecedió a la Policía de la Ciudad). Arribó a ese cargo luego del escándalo de las escuchas ilegales a familiares de víctimas del atentado a la AMIA que determinó la salida de Jorge "El Fino" Palacios de la conducción de la fuerza durante la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad.
En 2015, cuando Macri llegó a la Casa Rosada, nombró a Burzaco (hijo del periodista Raúl Burzaco) como secretario de Seguridad, en un rol subordinado al de la entonces ministra de esa cartera y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, con quien mantuvo un vínculo de enfrentamiento interno permanente hasta su alejamiento del cargo, dos años después. Después de eso se instaló en Bariloche y pensaba competir por la intendencia de esa ciudad rionegrina.
Poco antes de que Eugenio Burzaco fuera el número dos de Bullrich en la Nación, su hermano Alejandro quedó envuelto en el escándalo FIFAgate. En enero pasado, admitió el pago de 32 millones de dólares a dirigentes de la Conmebol.