El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) enviado por Milei en el arranque de su gobierno que modifica o deroga sin debate decenas de leyes sensibles de distintas áreas, fue rechazado en su tratamiento en el Senado de la Nación.
Con 42 votos en contra y 25 a favor, la disposición pasa a la Cámara de Diputados y en caso de ser rechazado también allí caería definitivamente su cumplimiento. Mientras tanto sigue vigente.
Luego de la caída de la "Ley Ómnibus" finalmente sacada en la votación en particular por el propio poder ejecutivo al entender que no tenían los votos, este es el segundo símbolo político de vulnerabilidad en la negociación que manifiesta el perfil de conducción de Milei, más proclive a la imposición que al diálogo con los distintos representantes ejecutivos y legislativos del país.