El consumo registró una marcada caída en julio, arrastrado por el deterioro de los salarios reales, cuya disminución se ha acentuado en los últimos meses. Los supermercados evidenciaron un nivel de ventas que retrocedió a mínimos históricos previstos para 2025, mientras que en los establecimientos mayoristas las cifras alcanzaron el punto más bajo desde el inicio de los registros.
Según informó este martes el INDEC, el índice de ventas de supermercados anotó una baja del 2,1%, marcando la contracción más significativa desde diciembre de 2023. Este mes estuvo caracterizado por una fuerte devaluación del peso durante el primer tramo del Gobierno liderado por Javier Milei.
En lo transcurrido del año, las ventas acumuladas muestran una mejora del 3,5% en comparación con 2024. Sin embargo, los niveles actuales ya se sitúan por debajo de los alcanzados a finales del año pasado, reflejando un deterioro constante.
El panorama evidencia una profundización de la caída en el consumo y pone de manifiesto el impacto directo de la pérdida de poder adquisitivo en los ingresos reales de la población. Esto afecta fuertemente la actividad comercial tanto en supermercados como en canales mayoristas.