PAPA FRANCISCO: REUNION CUMBRE EN IRAK POR LA PAZ

Posteado el 06/03/2021

El Papa Francisco se reunió en Najaf, 150 kilómetros al Sur de la capital Bagdad, con el gran ayatollah Ali al-Sistani, máxima autoridad del islam chiita y considerado uno de los hombres más influyentes del país, con quien resaltó la importancia del diálogo interreligioso para la unidad nacional.

Francisco recalcó "la importancia de la colaboración y de la amistad entre las comunidades religiosas para, cultivando el respeto recíproco y el diálogo, se pueda contribuir al bien de Irak, de la región y de la entera humanidad" según indicó el vocero papal Matteo Bruni.

Bergoglio, de 84 años, y Al-Sistani, de 90 años, se reunieron durante casi una hora en la residencia del líder nacido en Irán pero convertido en una voz de referencia en Irak, en donde sus prédicas semanales y sus publicaciones en redes sociales son referencia para millones de fieles.

Durante el encuentro, agregó Bruni, el papa agradeció al líder islámico porque, junto con la comunidad chiita «de frente a la violencia y a las grandes dificultades de los años pasados, elevó su voz en defensa de los más débiles y perseguidos, afirmando la sacralidad de la vida humana y la importancia de la unidad del pueblo iraquí».

A Al-Sistani se atribuye un rol valioso en los esfuerzos por pacificar a Irak tras la invasión estadounidense de 2003 y se lo conoce por apoyar la separación entre religión y Estado, una cuestión aún hoy muy en debate entre los musulmanes.

Al-Sistani planteó sus visiones «sobre la injusticia, la opresión, la pobreza, la persecución religiosa e intelectual, la supresión de las libertades básicas y la ausencia de justicia social, especialmente las guerras, los actos de violencia, el bloqueo económico, el desplazamiento de muchos pueblos en nuestra región, especialmente el pueblo palestino en los territorios ocupados», consignó el comunicado.

En diálogo con la prensa que acompaña al Papa en la gira, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, consideró al encuentro como «un paso adelante» en el diálogo interreligioso que promueve Francisco, mientras que el canciller vaticano, el arzobispo Paul Gallagher, la consideró «una reunión que abre un camino».